ALIMENTOS "LIGHT": evidencias de sus efectos.
La incesante
preocupación por mantener un peso "ideal" y el insistente y ambicioso etern@ aspirante al prototipo de "culto al cuerpo", están peligrosamente acomodados en la sociedad moderna;
ya sea por ello, por cuestiones estéticas, o porque somos conscientes de que el
sobrepeso y la obesidad pueden derivar en problemas de salud y dolencias graves. Hoy
quiero hablaros de cómo la industria le saca partido a esto.
Cada vez son más
voces expertas las que se oyen, recomendando hábitos de vida saludables en
cuanto a nutrición y ejercicio. Y esta, sí es una cuestión importante: “hábitos
de nutrición” no es lo mismo
que hacer “dieta”. Pero ¡ojo! también se oyen muchas “voces entendidas” y “gurús
de la nutrición o el entrenamiento”,
recomendando
ciertos productos que sólo por ser lo que son y sus características, ya dejan en evidencia qué
tipo de profesional es quien los aconseja, y ahora veréis un poco más
claro por qué.
Existe una gran parte
de la población que se ha sometido alguna vez en su vida a algún
tipo de dieta restrictiva, y es aquí
cuando los llamados alimentos “light” adquieren un papel protagonista. Los
productos light, son productos que se obtienen a partir de alimentos naturales
o procesados, que pasan por procesos
de eliminación o transformación, reducción o sustitución de alguno de sus componentes, para obtener el mismo alimento con
menos calorías.
¿Fabricar un “light”…?
Las principales técnicas utilizadas en la industria alimentaria para la
elaboración de este tipo de alimentos, son la reducción de azucares o la sustitución
de los mismos por edulcorantes, y la reducción o sustitución de las grasas.
La etiqueta light, muchas veces nos lleva a cometer errores.
Algunas personas
piensan que estos productos no engordan o incluso adelgazan, este es el motivo por el que se consumen a
menudo cuando se hace dieta, y curiosamente, se puede ser obeso aunque comas todo light. No
hay que fijarse solo en las calorías sino en la composición nutricional de un elemento
(grasas, proteínas, carbohidratos…)
para
no superar las cantidades máximas recomendadas.
Campana y se acabó…, contando calorías…?
Estamos más preocupados por la cantidad de
calorías que tomamos que de su procedencia, y no nos damos cuenta que no es lo mismo consumir 200 calorías de pan
blanco o de patatas fritas, que de ensalada, por poner un ejemplo. La
hormona de la insulina segregada por nuestro cuerpo cuando sube el nivel de
glucosa en sangre, es un potente
regulador de grasa para almacenar, y no
se ve afectada de la misma manera cuando
comemos carbohidratos refinados o azúcares, que cuando tomamos vegetales y
proteínas, afortunadamente, no me cansaré de decirlo.
Contar calorías, sigue siendo una creencia popular,
alrededor de la cual se ha construido una industria de alimentos y bebidas light
utilizando edulcorantes bajos en calorías y reduciendo las grasas. Pero los investigadores, han demostrado repetidamente que las bebidas y
alimentos endulzados artificialmente,
en realidad tienden a estimular el apetito; aumentar el antojo por los carbohidratos y estimular el almacenamiento
de grasa y el aumento de peso.
* El 80% de los 600.000 productos procesados que se encuentran en los supermercados, contienen azúcares añadidos, algunos de ellos con raciones que superan la cantidad diaria recomendada.
* A mi parecer, la idea de que las personas obesas carecen de fuerza de voluntad es falsa. Es la presencia constante del azúcar en la dieta la culpable de la epidemia de obesidad.
Espejismos peligrosamente estimulantes…
Hay numerosos
estudios que han demostrado que cuando
percibimos el sabor dulce pero no recibimos calorías, los mecanismos de control del apetito se ven afectados, causando un
aumento en el antojo por los alimentos.
Según un estudio
elaborado reciente, estos
productos podrían alterar la percepción del
organismo en la relación alimento-sabor-contenido calórico, haciendo
que aumente el deseo de consumir más alimentos. Los endulzantes
artificiales, también pueden causar muchos otros efectos no deseables en la
salud.
Los otros…
Sí, los otros omnipresentes “light”; los encontramos en el mercado en abundancia, son los productos desnatados, a estos alimentos se les ha quitado la grasa, con la consecuente pérdida de muchas vitaminas
que esto supone, además la mayoría
son lácteos y deberíamos tener en cuenta que la leche solo tiene un 3,4 % de grasa. Me resulta especialmente gracioso, que en algunos productos como yogures, lleven un 0% de grasa y 5 ó 6, algunos hasta 7 gramos de azúcar refinado, siendo esto último lo realmente dañino y calórico; la grasa del yogur, es un mal menor, e infinitamente menos dañina que el azúcar refinado: EL AZÚCAR, dulcemente tóxico..
Niños “light”…
Los niños son los
grandes afectados, darles productos desnatados es un grave error en su fase de
crecimiento. Además la grasa se cambia
por sustitutos o imitadores de grasa y en muchos casos se añaden vitaminas
sintéticas que, ni de lejos, cumplen el papel de las naturales; un niño no
necesita productos light, sino más bien una
nutrición ordenada, variada, sin excesos, con abundantes vegetales, alimentos naturales y realizar
ejercicio, tanto en clase, como en su tiempo libre, como el fin de semana
y jugar en la calle con los amigos.
Aparentemente “light”…
Una mención especial merecen algunos productos
que, sin llevar la etiqueta, tienen
designaciones que invitan a pensar
que son poco calóricos. Las galletas tipo
”digestivas”, por ejemplo, tienen
por
cada cien gramos, 470 calorías,
65 gramos de carbohidratos y 20 gramos de grasas totales, casi la mitad de ellas saturadas;
no tienen nada de ligeras, evidentemente.
En el caso de las “margarinas 100% vegetales”, el concepto sugiere que son más saludables y
engordan menos que la mantequilla, pero si en la etiqueta aparecen los términos “parcialmente hidrogenado”, indica que el alimento contiene grasas
trans. Está claramente demostrado que las
grasas son el peor enemigo del corazón y de las enfermedades cardiovasculares, porque elevan el llamado colesterol malo
(LDL) y los triglicéridos. Investigaciones
más recientes lo relacionan con otros trastornos: la depresión o la pérdida de
memoria para los que abusan de estos productos.
Conclusión.
Como todo en la
nutrición, y en la búsqueda del equilibrio, algunos se forman a lo largo del tiempo con
la propia nutrición, por lo que debes pensar siempre para mejorar, qué vas a hacer y qué debes comer, cuánto vas a moverte y cuanto vas a necesitar,
cómo y por qué; no hay más secreto ni más fórmula, es una cuestión de orden, voluntad y conciencia; y aunque
como siempre he dicho que cada uno es totalmente libre de engañar a su conciencia
como quiere, que sepáis, que no vale la
pena que os tomen el pelo con estos infundios y publicidad a veces subliminal, con los que nos venden TODO y a veces a cualquier precio.
…y como éste artículo sería mucho más útil si supiésemos -Leer las
Etiquetas- de los productos que nos venden de forma correcta, para la semana que viene, estoy trabajando en
otro artículo para hacer más fácil su interpretación y sacarle más partido a lo
que compramos, pero sobre todo, una vez más, para que no os engañen.
¡¡SALUDOS Y HASTA LA
SEMANA QUE VIENE!!
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