lunes, 26 de agosto de 2013





"NO DESAYUNAR"; RECETA PERFECTA PARA EL AUMENTO DE PESO Y ENFERMEDADES CARDÍACAS. 



 La cantidad y la calidad de la primera comida del día, resulta de una importancia vital y fundamental, pues influye directamente en las ingestas de alimentos del resto del día, pero además, es muy importante también cuándo se realiza. Por eso, y entre muchísimas cosas,recomiendo para adelgazar, desayunar poco rato después de despertar.




 
 Hoy voy a explicaros algunos aspectos importantes para los que no desayunais, o lo haceis tarde, los que desayunais cualquier cosa, o con un simple café con leche os pasais toda la mañana hasta la hora de la comida del medio día.


  Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo, como obesidad, presión arterial inestable, colesterol alto y diabetes.

  No desayunar, obliga al organismo a compensar las carencias nutricionaled a lo largo del día, cometiendo errores continuos durante toda la jornada. 


 El desayuno no solo favorece la correcta alimentación, sino que aporta además beneficios en el día a día, mejorando el rendimiento intelectual, físico, y el estado de ánimo. Además reduce la ansiedad de comer y por tanto permite llegar al almuerzo con menos hambre.


  HAZ QUE TU ORGANISMO FUNCIONE CORRECTAMENTE CON EL DESAYUNO.
 Cuánto antes se rompa con el ayuno nocturno y antes actives tu aparato digestivo, con mayor rapidez se pondrá en acción el metabolismo y comenzará a funcionar todo correctamente. De igual manera, si no retrasas el desayuno para mucho tiempo después de haber despertado, no acumularás hambre, y las demandas serán correctas de cara al resto del día.  
  El aspecto de máxima importancia producido por un ayuno prolongado, es que el nivel de glucosa en la sangre disminuya hasta provocar HIPOGLUCEMIA. Podría ocurrir por dos cosas, por un esfuerzo que requiera de todas las reservas, o en nuestro caso, porque llevamos mucho tiempo sin ingerir alimentos, pero a este último hay que añadirle algo que agrava aún más la situación, y es que desde que nos levantamos, comenzamos con la actividad y quema de energía. Si en el momento en que entramos en dicho estado,  hipoglucemia, no ingerimos alimentos que aporten lo necesario para cubrir esa falta, cuando la glucemia desciende a niveles tan bajos, (en este caso por el ayuno), se activan básicamente 2 sistemas:
 
 1. Uno provoca que el hígado segregue glucosa a la sangre para neutralizar los niveles de hipoglucemia y a la vez moviliza las proteínas de cuerpo (cataboliza)para convertirlas en más glucosa que poder seguir suministrándole al cuerpo.
 2. El otro sistema provoca, en el cerebro, lo que comúnmente conocemos como hambre.




 Cuando en el hígado comiencen a degradarse las reservas de glucógeno, la glucosa obtenida de este proceso pasará a la sangre y alcanzará de nuevo la concentración necesaria para alimentar nuestros tejidos, por ello, podría decirse que la reserva hepática es un sistema de seguridad bastante eficiente, pero no puede servir de consuelo en absoluto ya que un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia) o un descenso de la misma (hipoglucemia) tienen consecuencias fatales para el organismo.
 Además del hígado, el cuerpo humano tiene otro almacén de glucosa, los músculos; a diferencia de la reserva formada en el hígado, la reserva muscular es en principio de uso exclusivo para este tejido.




 La hiperglucemia mantenida en el tiempo, provoca aumento del riesgo de infecciones, neuropatías, problemas de visión e intolerancia a la insulina.

La hipoglucemia provoca debilidad muscular, temblores, mareos (lipotimias), etc.

 La mayoría de glucosa acaba siendo absorbida por dos tipos de células: células musculares (fibras musculares o miocitos) o bien por células de grasa (adipocitos).

  Si la glucosa es absorbida por el músculo, se almacena dentro de la fibra muscular en forma de glucógeno y se utiliza para provocar el movimiento de los músculos. Por tanto "no engorda", pero si esta glucosa sanguínea acaba en un adipocito, dentro de este,"si engorda", se convierte en grasa y se almacena indefinidamente hasta que el cuerpo la necesite utilizar.



EL ENTRENAMIENTO DE FUERZA, TU MEJOR ESTRATEGIA PARA EL CONTROL DE PESO.
 Para controlar el exceso de peso, debemos  evitar ingerir alimentos que provoquen el aumento de la glucosa en sangre (alimentos llamados de alto índice glucémico), o bien, paralelamente, aumentar la masa muscular del cuerpo para minimizar los efectos de la hipoglucemia, es decir, realizar entrenamientos de fuerza.

  El entrenamiento regular de la fuerza es el mejor método para prevenir o reducir la obesidad y mantenernos en el peso adecuado, pero lo más importante y en lo que me gustaría hacer hincapié es en desayunar en casa, tranquilos, la cantidad ideal, variedad, con calidad y como mucho, veinte o treinta minutos después de levantarnos. Posteriormente y a lo largo del día, no pasar mas de dos horas y media o tres sin ingerir alimentos; dicho de otra forma, comer unas 5 ó 6 veces al día de forma que evitemos la hipoglucemia.




DIETA MEDITERRANEA, LA MEJOR OPCIÓN PARA DESAYUNAR.


  Tostadas de pan integral con aceite de oliva virgen y  tomate natural en rodajas o triturado, acompañadas de huevos a la plancha, jamón serrano o cocido,  queso fresco, atún, salmón ahumado; regados por un zumo de naranja natural y un café con leche, es un desayuno más que perfecto para empezar el día. Algo tan sencillo como esto, es una garantía de bienestar y buena salud,  y de que todo en el día  funcionará bien.  Fácil y rápido de preparar, sólo es cuestión de organización. 

     Si quieres perfeccionar el desayuno, añádele una pieza de fruta, o frutos secos naturales o al horno y un AJO crudo.  
  
  Si eres deportista y vas a entrenar alrededor de las siguientes cuatro horas, añádele ajo crudo, plátano, frutos secos, más huevos, cereales, algún suplemento mineral como magnesio y un multivitamínico.
  Poder utilizar la dieta mediterranea y tenerla tan a la mano, es una auténtica franquicia.


TU ORGANISMO TE ESCUCHA.

 El verdadero mensaje que quiero haceros llegar, es que el organismo reacciona absolutamente a todos los estímulos que le damos, por tanto, si en el tiempo le mostramos, que es necesario que esté en proceso de almacenamiento constante, ya que no sabe  cuándo vamos a volver a darle alimento, por si lo necesita para cuando no hay, todo lo que puede lo acumula en reservas. Es su naturaleza  y para lo está diseñado, por lo que si no actuamos de forma inteligente,  si esas reservas no se gastan y siguen viniendo más, provocan el sobrepeso.

  Si en caso contrario, recortamos los tiempos de ayuno a no más de dos horas y media o tres entre una y otra comida, el organismo se reactiva  y reacciona a estos estímulos habituándose  a una nutrición regular y suficiente, sin necesidad de acumular y por tanto no engordar.



 La Fórmula: acostarse un rato antes, madrugar un poco más y prepararse un suculento y nutritivo desayuno con todos los nutrientes esenciales; no os imagináis lo que podríais ganar en salud, pero además, lo que os ayudaría a bajar peso.




 -En las imágenes, entrenando con Ana Herrera; siempre perseverante en su hábito de un buen desayuno y una nutrición ordenada, además de su entrenamiento diario de fuerza y la danza artística como profesion-.




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